El agua es uno de los principales recursos naturales, estando limitado e irregularmente distribuido. De todo el agua existente en el planeta, sólo el 3% es agua dulce y la gran parte de ella es hielo situada en los casquetes polares. En la actualidad, algunas de las grandes migraciones mundiales se derivan por la falta de agua (por ejemplo, migraciones de los países subsaharianos o migraciones de países en el Índico hacia Australia) o existen conflictos por la gestión del agua (por ejemplo, conflicto por las aguas del Éufrates y el Tigris entre Turquía, Siria o Irak o el conflicto entre Sudán, Etiopía y Egipto por el Nilo). Existen dos grandes modelos sobre la gestión del agua. El modelo de gestión directa, es un modelo de gestión público, en el que es el poder público el encargado de gestionar los recursos hídricos y hacer que el agua llegue a toda la población. Por ejemplo, Berlín, París o Turín cuentan con este modelo de gestión. El modelo de gestión indirecta, es un modelo de gestión privada, en el que son empresas privadas las encargadas de gestionar los recursos hídricos y hacer que estos lleguen a toda la población. Algunos lugares en los que hay servicio de agua privatizado son Reino Unido, Manila o La Habana. En ambos mundos, la titularidad del agua es pública.